PROCLAMA FUTURISTA A LOS ESPAÑOLES
(Ramón Gómez de la Serna. Revista Prometeo, nº 20. Madrid, 1910).
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¡Futurismo! ¡Insurrección! ¡Algarada! ¡Festejo con música wagneriana! ¡Modernismo!
¡Violencia sideral! ¡Circulación en el aparato venoso de la vida! ¡Antiuniversitarismo!
¡Tela de cipreses! ¡Iconoclastia! ¡Pedrada en un ojo de la Luna! ¡Movimiento sísmico
resquebrajador que da vueltas a las tierras para renovarlas y darlas lozanía! ¡Rejón de
arador! ¡Secularización de los cementerios! ¡Desembarazo de la mujer para tenerla en
la libertad y en su momento sin esa gran promiscuación de los idilios y de los matrimonios! ¡Arenga en un campo con pirámides! ¡Conspiración a la luz del sol,
conspiración de aviadores y “chaufeurs”! ¡Abandonamiento de un asta de alto
maderamen rematado de un pararrayos con cien culebras eléctricas y una lluvia de
estrellas flameando en su lienzo de espacio! ¡Voz juvenil a la que basta oír sin tener en
cuenta la palabra: ese pueril grafito de la voz! ¡Voz, fuerza, volt, más que verbo! ¡Voz
que debe unir sin pedir cuentas a todas las juventudes como esa hoguera que
encienden los árabes dispersos para preparar las contiendas! ¡Intersección, chispa,
exhalación, texto como de marconigrama o de algo más sutil volante sobre los mares y
sobre los montes! ¡Ala hacia el Norte, ala hacia el Sur, ala hacia el Este y ala hacia
velocidad! ¡Saludable espectáculo de aeródromo y de pista desorbitada! ¡Camaradería
masona y rebelde! ¡Lirismo desparramado en obús y en la proyección de extraordinarios reflectores! ¡Alegría como de triunfo en la brega, en el paso termopilano! ¡Crecida de unos cuantos hombres solos frente a la incuria y a la horrible apatía de las multitudes! ¡Placer de agredir, de deplorar escéptica y sarcásticamente para verse al fin con rostros, sin lascivia, sin envidia y sin avarientos deseos de bienaventuranzas — deseos de ambigú y de repostería! ¡Gran galope sobre las viejas ciudades y sobre los hombres sesudos, sobre todos los palios y sobre la procesión gárrula y grotesca! ¡Bodas de Camacho divertidas y entusiastas en medio de todos los pesimismos, todas las lobregueses y todas las seriedades! ¡Simulacro de conquista de la tierra, que nos la da!"
TRISTÁN (Ramón Gómez de la Serna)
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Sin duda, este texto
no estaba destinado a pasar inadvertido...o tal vez esa era la
intención del autor.
A través de la
revista Prometeo, fundada por
el propio Ramón
Gómez de la Serna, se publicará el manifiesto futurista a los
españoles redactados por el ideólogo de este movimiento iniciado en
Italia: Marienetti. Traducido bajo el pseudónimo de Tristán por el
propio Gómez de la Serna.
La declaración
pública de la doctrina futurista es evidente: romper con todo lo
establecido hasta entonces e impulsar un nuevo orden basado en la
velocidad y el dinamismo de la vida así como la exaltación de todo
lo que fuese moderno.
A
lo largo del (breve) intenso texto, observo este mensaje de dejar
atrás los moldes existentes. Sobretodo en el campo eclesiástico.
Frases como "¡secularización
de los cementerios!" o "¡Gran galope de las viejas
ciudades y sobre los hombres sesudos, sobre todo los palios y sobre
la procesión gárrula y grotesca!"
entre otras, pronostican la necesidad de separar a Dios de los
asuntos mundanos como la política.
Reconozco
el haber sonreído con frases como: "¡crecida
de unos cuantos hombres solos frente a la incuria y a la horrible
apatía de las multitudes!" ya
que se puede aplicar al contexto de crisis actual.
También admito que
hubiera querido ver las caras de los lectores ante semejante
documento.
Indagando un poco
sobre la revista que fundó don Ramón (si se me permite tutearle),
no es de extrañar que tal proclama fuera publicada en ella. Creo que
el convencionalismo o la moderación no estaba dentro del ideario
del facsímil.
Por
último, una confesión: pocos textos han provocado que al final de
su lectura arrancarme una
reverencia y un así
sea.
