jueves, 7 de agosto de 2014


"(..) el capitán se dirigió al lugar indicado, allí les esperaba una de las damas de compañía de la princesa, mostró el capitán el pañuelo y prometiendo bajo juramento no revelar el secreto, como indicaba la nota, se dispuso a seguir a la doncella. Tras unos minutos andando se pararon, y oculta tras unas malezas descubrió la doncella una enrejada puerta, la cual abrió con una llave que portaba, y a la luz de una vela un estrecho pasadizo se iluminó. 
Era una de las numerosas galerías subterráneas que recorrían la ciudad, y llevaba por nombre callejón de Mansa Alborada o Mansaborá.
 El joven capitán se adentro tras la dama y recorriendo la sinuosa galería subterránea llegó a los sótanos del alcázar y desde allí fue conducido a los aposentos de la princesa. Donde los encantos de la bella princesa deslumbraron al capitán cristiano."


La princesa encantada del palacio de las Veletas de Cáceres.Miguel Muñoz de San Pedro, Conde de Canilleros, "Extremadura" (La tierra donde nacían los dioses)

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